El Método VeroK (la Lectura de vínculos interespecies) es una instancia de profundo autoconocimiento y evolución (a través de la comunicación y los vínculos) tanto de personas como de animales no humanos. Hay dos ejes fundamentales en este recorrido: la vincularidad y la espiritualidad. Aprendemos a recibir los mensajes de los animales, en tanto seres individuales con una experiencia propia, como portadores de patrones energéticos de los cuales podemos aprender sobre nosotros mismos, su misión espiritual en nuestras vidas y nuestros aprendizajes más esenciales como almas encarnadas.
¿Cómo nace la Escuela Internacional de Comunicación Interespecies?
La relación de la humanidad con los seres no humanos (animales y plantas, así como el medio ambiente) del planeta está cambiando de cualidad. El mundo evoluciona. La energía va cambiando, se va transformando para adaptarse a las nuevas formas, a los nuevos paradigmas o modelos de ver la realidad.
Los seres humanos, de a poco, estamos empezando a comprender que somos partes de un todo más grande, que no somos los “dueños” del planeta, sino que una fracción de nuestra tarea es la administración honesta, respetuosa y cuidadosa de sus recursos.
En las ciudades, cada vez más, las personas decidimos convivir con representantes del reino animal no-humano. Estos seres nos acercan a la naturaleza, a nuestra propia verdad, a la esencia de la vida.
El nuevo paradigma de ver la vida nos invita a sentirnos parte de un todo, a comprender que las distintas partes de la realidad están conectadas por hilos invisibles y que el tirar suavemente de un hilo, el resto del mandala se modifica.
En nuestra Escuela Internacional de Comunica-ción Interespecies, proponemos un entorno cuidado, responsable, respetuoso y con sólidas bases conceptuales y teóricas, para aprender a relacionarnos de esta manera con los seres no humanos y obtener recursos para mejorar nuestro vínculo con ellos.
¿De dónde nace esta disciplina? ¿Qué es la Lectura de Vínculos interespecies?
Es una disciplina que nos invita a un lugar desde el que nos ubicamos como semejantes en la relación con los animales y su experiencia vital. Consideramos que estamos en una relación de paridad y que ambos tenemos para aprender mutuamente.
Nuestro propósito es desplegar una relación armónica, saludable para ambos, de mutuo respeto y en la que todos puedan expresar su verdadera esencia. Para ello hace falta conocer las características y necesidades del ser con quien nos estamos relacionando y tener conciencia plena de nuestro estado emocional, la dirección de nuestra intención y el uso de nuestro cuerpo.
Es posible ir construyendo una relación equilibrada y sana con los animales, sabiendo quiénes son, como individuos pertenecientes a una especie y conociendo sus características particulares (qué le gusta, qué prefiere y cómo aprende cada uno).
Como todo aprendizaje (mutuo) hace falta paciencia, acompañamiento sereno e intenciones claras de aquello que queremos crear como nuevo escenario. Y mucha práctica. Siendo respetuosos y conociendo las necesidades de cada uno, es simple. Nos enseñan a ser congruentes y a actuar en coherencia en energía, mente, emoción y cuerpo.